Guillermo Cruces Mendoza partió por el Andén del Recuerdo

Guillermo Cruces Mendoza fue maestrancino desde antes de nacer. Sus padres y abuelos llegaron desde el sur a trabajar en la Maestranza de San Bernardo. Desde que respiró por primera vez estuvo ligado a esa vida de los “tiznados”, hasta este fin de semana que partió para descansar en paz, caminando  a través el Andén de Recuerdo, por última vez.

Por el lado de su madre, Pedro Villa Lavín, de profesión mecánico, llegó desde la Maestranza de Concepción junto a su abuela doña María de la Cruz Martínez Ovando. Por el lado del su padre, Artemio Cruces Pacheco, de profesión tornero, vino a inaugurar la Maestranza Central de San Bernardo, donde se presentó el 7 de Junio del año 1920, trasladado de la Maestranza de Temuco junto a su señora.

Fueron los forjadores de la Maestranza, hombres y mujeres que hicieron las primeras maniobras para levantar una empresa, una sociedad, varias familias y una ciudad próspera. Guillermo Cruces Mendoza fue y participó de esa experiencia, que se convirtió en la esencia del pueblo durante el siglo pasado.

Este fin de semana se fue de esta tierra  después de estudiar  en el Liceo de hombres de San Bernardo hasta el tercer año de humanidades, luego ingresó a la escuela de aprendices de la Maestranza Central en el año 1954.

Paralelamente ingresó al Instituto Técnico Ferroviario, siendo designado al Taller Anexo de Herramientas, donde pronto fue elegido delegado del Taller ante el Consejo Obrero Ferroviario. Al momento de su partida era miembro del Comité de defensa patrimonio histórico MCSB y de la Corporación Maestranza.

El directorio de la Cámara de Comercio Detallista de San Bernardo acompaña en estos  momentos de dolor a  su familia, la familia maestrancina y solo agradecer su amistad como su trabajo en defensa del patrimonio histórico ferroviario.

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