La búsqueda de la paz a toda costa no puede ser el único objetivo de las instituciones y organizaciones. La verdadera paz se construye sobre la base de la justicia, la transparencia y la toma de decisiones responsable. Los líderes que sucumben a la tiranía de la indecisión sacrifican estos valores esenciales en aras de una falsa armonía que, a la larga, solo conduce al estancamiento y al caos.
PEDRO ZAMORANO PIÑATS / Secretario General Cámara de Comercio San Bernardo
En el seno de las comunidades, instituciones y organizaciones, existe una peligrosa tendencia que amenaza con paralizar el progreso y erosionar la confianza, “La Indecisión”. Esta conducta, caracterizada por la evasión de responsabilidades y la búsqueda incesante de consenso a toda costa, puede parecer una estrategia inofensiva para mantener la paz y evitar conflictos. Sin embargo, sus consecuencias a largo plazo son devastadoras, generando una parálisis institucional y un caldo de cultivo para problemas aún mayores.
Los líderes que sucumben a la comodidad de la indecisión se esconden detrás de la falsa ilusión de que la neutralidad y la falta de acción son garantía de armonía. Sin embargo, esta actitud pasiva no solo impide el avance, sino que también genera una atmósfera de incertidumbre y desconfianza. Las personas que observan la inacción de sus líderes pierden la fe en las instituciones y se desmotivan para participar en la toma de decisiones.
La indecisión crónica no solo afecta la capacidad de resolución de problemas, sino que también erosiona la credibilidad de las instituciones. Cuando las personas perciben que sus líderes no están dispuestos a tomar decisiones difíciles, incluso ante situaciones urgentes, la confianza en las instituciones se desploma. Esta falta de confianza puede tener graves consecuencias, desde el aumento de la apatía ciudadana hasta la proliferación de la corrupción y el abuso de poder.
La búsqueda de la paz a toda costa no puede ser el único objetivo de las instituciones y organizaciones. La verdadera paz se construye sobre la base de la justicia, la transparencia y la toma de decisiones responsable. Los líderes que sucumben a la tiranía de la indecisión sacrifican estos valores esenciales en aras de una falsa armonía que, a la larga, solo conduce al estancamiento y al caos.
Para superar la comodidad de la indecisión, es necesario cultivar una cultura de liderazgo valiente y responsable. Los líderes deben estar dispuestos a asumir riesgos, tomar decisiones difíciles y defender sus convicciones, incluso cuando estas generen controversia. La búsqueda del consenso es importante, pero no debe convertirse en una excusa para la inacción.
Las instituciones y organizaciones deben establecer mecanismos claros para la toma de decisiones, incluyendo plazos definidos, procesos de evaluación y canales de comunicación transparentes. Es fundamental que todos los miembros de la comunidad tengan la oportunidad de participar en el proceso de toma de decisiones, pero también es necesario que los líderes estén dispuestos a tomar decisiones finales, incluso cuando no se logre un consenso total.
En conclusión, “la indecisión” es una amenaza silenciosa que puede destruir las instituciones y comunidades desde adentro. La búsqueda de la paz a toda costa no puede ser el único objetivo de las instituciones y organizaciones. La verdadera paz se construye sobre la base de la justicia, la transparencia y la toma de decisiones responsable. Los líderes valientes y responsables, que estén dispuestos a asumir riesgos y defender sus convicciones, son esenciales para superar la cultura de la indecisión y construir un futuro próspero y sostenible para todos.