Llegamos a una fecha muy especial del año, principalmente para el mundo católico. La Navidad nos invita a reflexionar sobre lo alcanzado y a mirar con esperanza el futuro. Es un tiempo para celebrar juntos los logros compartidos y renovar nuestro compromiso con el crecimiento y la prosperidad.
Para el comercio, tradicionalmente, es el momento de tomar el impulso que entrega fuerza, permite recursos para desarrollar nuevos proyectos y diseñar los caminos con el fin de alcanzar las metas propuestas por cada colega para el próximo año.
El 2024 ha sido un periodo lleno de desafíos y aprendizajes, como todos los anteriores. Donde hemos seguido combatiendo, desde la trinchera legal, el comercio ambulante ilegal en el centro de la comuna y en todos los barrios. Donde ya no están los toldos azules. Donde se prohíbe estacionar en la calle principal, Eyzaguirre, pero sigue siendo muy difícil caminar por sus veredas, saturadas de comercio ilegal. Tampoco es fácil caminar por el lado norte de calle Covadonga.
La delincuencia este año no descansó. Sin piedad atacó en todos los sectores y el comercio establecido fue una de sus mayores víctimas. El comercio ilegal y la delincuencia muchas veces van acompañadas, convirtiéndose en nuestros principales enemigos.
Más atrás vienen problemas de capital de trabajo, acceso al mercado, marcos regulatorios burocráticos y analfabetismo digital. El 2025 nuevamente desplegaremos todos los recursos a nuestro alcance para superar las falencias.
En estas fiestas, como directiva renovamos el compromiso de superar nuestro esfuerzo y trabajo en busca de mejores condiciones para el comercio detallista establecido de San Bernardo.
Esperamos también que esta Navidad sea una ocasión para compartir con sus seres queridos, para disfrutar de momentos de paz, alegría y para recargar energías de cara a un 2025 lleno de éxitos.
Les deseamos salud, prosperidad y la realización de sus sueños, tanto personales como profesionales.
¡Felices fiestas y un próspero año nuevo 2025!