Este miércoles fue de noticias económicas. Y no partió muy bien la mañana. Comenzó con sorpresas. El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) anotó en noviembre un aumento mensual de 1,0%.
Este aumento eleva a un 12,5% la variable durante este año 2022 y un incremento de 13,3% a doce meses. La cifra dobló las expectativas del mercado, pues los analistas advertían un aumento en torno a 0,4%. Además, se transformó en el peor noviembre, en cuanto a inflación desde 1992, cuando los precios escalaron 1,4%.
Diez de las doce divisiones que conforman la canasta del IPC aportaron incidencias positivas en la variación mensual del índice. Entre ellas destacaron alimentos y bebidas no alcohólicas (1,7%), con 0,364 puntos porcentuales (pp.), y transporte (1,3%), con 0,199 pp. Y de los 76 productos que componen la división, 65 presentaron alzas en sus precios, siendo el más relevante cecinas (5,2%), con una incidencia de 0,055 pp., seguido de plátano (21,1%), con 0,047 pp.
Y esto que significa en términos prácticos. Primero, que en el mes completo, es decir, entre el 10 de diciembre y el 9 de enero, la Unidad de Fomento subirá $ 348,64 llegando a los $ 35.212,56 al cierre de ese periodo.
El sorpresivo IPC de noviembre también golpea fuerte al comercio establecido, al margen de la competencia desleal y la delincuencia. Con esto, el presupuesto de las familias se verá afectado, ya que los dividendos y arriendos indexados a esta unidad verán alzas en sus precios.
Debido a este salto en el IPC, la inflación acumulada en un año (noviembre de 2022 respecto de noviembre de 2021) cortó su racha bajista de septiembre y octubre.